Efectos tardíos del abrazo Perón-Balbín

Efectos tardíos del abrazo Perón-Balbín

Escribe Oberdán RocamoraRedactor Estrella, especial para JorgeAsisDigital.com1) La recíproca declinaciónCon extravagancia autoritaria, Javier Milei, El Psiquiátrico, provocó la utopía del reencuentro entre los radicales y los peronistas.Ceremonia que el General…
Patanerías del Fenómeno Milei

Patanerías del Fenómeno Milei

Escribe Oberdán RocamoraRedactor Estrella, especial para JorgeAsisDigital.comDe repente el mundo se volvió un lugar indigno, implacablemente incómodo.De la recámara más inadvertida parten los disparos que pueden acabar con la epopeya…

Causas orgánicamente perdidas

Escribe Oberdán RocamoraRedactor Estrella, especial para JorgeAsisDigital.comVida de Perros“Lo mejor que puede pasarle en política, si es Perro y alcanza la presidencia, es disponer de un Perro como aliado.Pero lo…
El Don Juan de la Seducción Rentada

El Don Juan de la Seducción Rentada

escribe Carolina Mantegaridel AsisCultural, especialpara JorgeAsisDigital.comEl advenimiento mediterráneo del Don Juan de la Seducción Rentada modifica el mito del donjuanismo (tratado por Tirso de Molina en el XVII, luego por Molière, Zorrilla, Marañón).Aquí…
La chispa, la pauta y la literatura siciliana

La chispa, la pauta y la literatura siciliana

escribe Carolina Mantegaridel AsisCultural, especialpara JorgeAsisDigital.comLa Chispa ¿La chispa no aparece porque Patricia no prende, o Patricia no prende porque no aparece la chispa?El problema es siempre la chispa. O su falta.Alberto Pierri, Pensador…
La Invención de Milei | Entrelíneas.info

La Invención de Milei | Entrelíneas.info

escribe Carolina Mantegaridel AsisCultural, especialpara JorgeAsisDigital.comEl monstruo que se inventó a si mismoLa Invención de Milei fue estéticamente significativa.Como “La invención de Morel”, la novela tan elogiada pero menos leída de Adolfo Bioy…
Candilejas, Consenso y Palos o País de Sombrero

Candilejas, Consenso y Palos o País de Sombrero

Escribe Oberdán RocamoraRedactor Estrella, especialpara JorgeAsisDigital.com Incierto ánimo de competencia “¿Y si ganamos?”.Brota de pronto la incipiente euforia que el oficialismo en banda distaba de merecer.La postulación de Sergio, El Profesional, generó en Candilejas…
La yugular abierta de Axel, El Gótico

La yugular abierta de Axel, El Gótico

Escribe Carolina Mantegari, del AsisCulturalEspecial para JorgeAsisDigital.comServicios de LorettaCon su fallo condenatorio, la señora jueza Loretta Preska, La Servini de Manhattan, ingresa en la prematura campaña electoral de la Provincia…
El error de entregar a La Doctora

El error de entregar a La Doctora

Escribe Oberdán Rocamora, Redactor EstrellaEspecial para JorgeAsisDigital.com“¿Y yo soy la chorra?”El máximo error del sistema político fue entregar a La Doctora.Javier Milei, El C-Boy, lo define, con relativo acierto, como…
Atracciones y luminarias secundarias

Atracciones y luminarias secundarias

Escribe Oberdán Rocamora, Redactor Estrella, Especial para JorgeAsisDigital.com(sobre informe de Consultora Sintra)Los cuatro que son marcan la vigencia de Buenos Aires en el federalismo trucho. Ante el paisaje luminosamente complementario del…
Vicentines del gobierno invertebrado

Vicentines del gobierno invertebrado

Escribe Oberdán Rocamora, Redactor EstrellaEspecial para JorgeAsisDigital.com1.- Al CoheteEl peronismo desperdicia el poder y marcha hacia la campaña electoral sin moneda y con un gobierno invertebrado.Máximo, El Influencer, presidente del…

Angela Davis. El feminismo desde el Partido Comunista de los EE.UU.

Angela Davis es filósofa, profesora de Historia de la Conciencia en la Universidad de California, histórica dirigente del Partido Comunista de EE.UU., ex miembro de las Panteras Negras e investigadora especializada en feminismo, marxismo, abolicionismo del sistema penitenciario, teoría crítica y estudios afroamericanosLo siguientes es un extracto de una entrevista publicada en Gracus.

EN_ Has hablado de nuestra problemática reacción automatizada con que a menudo respondemos al crimen y al delito, recurriendo a las instituciones jurídico-policiales, en vez de diseñar soluciones desde dentro de la comunidad. En el caso concreto de la violencia sexual, abogas por la autodefensa, lo cual nos lleva al tema de las mujeres y la violencia. En ‘¿Están las prisiones obsoletas?’ haces referencia a la «necesidad de cuestionar las premisas imperantes según las cuales la única relación posible entre las mujeres y la violencia implica que las mujeres sean víctimas». ¿Qué opinas del uso disuasorio y disciplinandor de la violencia feminista como mecanismo dirigido a defendernos a nosotras mismas? ¿Qué es la autodefensa feminista para ti?

AD_Siempre he tenido un cuidado especial en la manera en que utilizo el término ‘violencia’. Como estudiosa de la teoría crítica, siempre me recuerdo a mí misma que las herramientas conceptuales que decido utilizar podrían estar haciendo un trabajo que, en realidad, contraviene lo que pretendo expresar. Así, pues, trato de no equiparar ‘autodefensa’ y ‘violencia contra el agresor’. Y mi apuesta por la formación en autodefensa se inserta en un contexto más amplio, basado en un análisis que vincula la violencia misógina con los sistemas de dominación de raza, género y clase, dentro de una estrategia que pretende purgar nuestras sociedades de toda forma de explotación y violencia.

EN_ En ‘Mujeres, raza y clase’ (Akal, 2004) desmontas el mito del violador negro y explicas que «fue una invención claramente política», propaganda construida con el fin de consolidar y justificar los linchamientos, como método de ‘contrainsurgencia’ destinado a evitar que los negros alcanzaran sus derechos. El pasado fin de año asistimos al despliegue de este mismo mito en Colonia, en este caso en los cuerpos de hombres “de apariencia árabe o norteafricana”, en un nuevo ejemplo de ‘purple washing’ o utilización de una supuesta defensa de las mujeres para criminalizar a los solicitantes de asilo y a los residentes ilegales, de una manera que parece estar lanzando el mensaje de que “a nuestras mujeres sólo las podemos violar nosotros”. ¿Cómo interpretas esta utilización de los derechos de las mujeres (velo, violador negro, opresión de las mujeres afganas …) para otras cruzadas?

AD_ En su libro «La justicia bajo arresto: mujeres negras, violencia y la nación prisión de América», Beth Richie expone los peligros de confiar en tecnologías de criminalización como supuestas soluciones a los problemas de la violencia de género.

Su argumento es que el movimiento antiviolencia predominante en EE UU dio un giro peligrosamente equivocado cuando comenzó a apoyar la represión policial y el encarcelamiento como principales estrategias destinadas a proteger a las «mujeres» de la violencia masculina.

Era fácilmente previsible que quienes más estarían el punto de mira de estas iniciativas destinadas a garantizar la seguridad de las «mujeres» serían los hombres de comunidades ya sometidas a una hipervigilancia de la policía y que ya contribuían de manera desproporcionada al incremento de la población penitenciaria. Resulta, sin embargo, que el uso generalizado de la categoría ‘mujer’ escondía una racialización clandestina operativa dentro de esta categoría, según la cual ‘mujeres’ en realidad significaba ‘mujeres blancas’ o, aún más concretamente, ‘mujeres blancas acomodadas’.
El caso de Colonia y el discurso sobre el violador árabe, que pretende consolidar aún más las representaciones colonialistas de los hombres árabes como agresores sexuales, nos recuerdan la importancia de las teorías y prácticas feministas que cuestionan la instrumentalización racista de los ‘derechos de las mujeres’ y enfatizan la interseccionalidad de las luchas por la justicia social.

EN_En las últimas décadas, hemos experimentado lo que Nancy Fraser define como “desacoplamiento de las llamadas ‘políticas identitarias’ de las políticas de clase”, en lo que se ha convertido en una lucha por el reconocimiento, en lugar de por la redistribución, con un desplazamiento del sujeto colectivo hacia uno individualista. Tú, en cambio, siempre has defendido las ‘comunidades de lucha’, al considerar que “las comunidades son siempre proyectos políticos”. ¿Qué opinas sobre las políticas identitarias y cuáles son, en tu opinión, las luchas y los proyectos políticos que deberían situarse en el centro, en la actual era de hegemonía neoliberal?

AD_Lo que encuentro más problemático de las políticas identitarias es la manera en que las identidades muy a menudo se naturalizan y no son consideradas como un producto de la lucha política, de modo que no se sitúan en relación con las luchas de clase y antirracistas. Recientemente, el movimiento trans, por ejemplo, se ha convertido en un importante territorio donde luchar por la justicia.

Con todo, hay una diferencia fundamental entre las representaciones dominantes de las cuestiones trans, que habitualmente hacen hincapié en la identidad individual, y los movimientos trans interseccionales, que consideran que tanto la raza como la clase son elementos fundamentales en las luchas de las personas trans.

En vez de centrarse en el derecho de la persona a ‘ser’ él mismo, ella misma, o ell@ mism@, estos movimientos trans afrontan la violencia estructural (en manos de la policía, la prisión, el sistema sanitario, el sistema de la vivienda, el ámbito laboral, etc.) que las mujeres trans de color tienen más probabilidades de experimentar que ningún otro grupo de la sociedad. En otras palabras, luchan por unas transformaciones radicales de nuestras sociedades en contraposición a la asimilación en un estado de cosas determinado e inamovible.

EN_En relación con el panorama político estadounidense, has destacado “el reto de complicar el discurso”, en vista de que “la simplificación de la retórica política facilita la adopción de posturas extremistas”. En los últimos años, en Europa, hemos sido testigos de la aparición de la autodenominada ‘nueva política’, que se opone a ‘los de arriba’, con miras a provocar una ‘revolución democrática’ por la vía de la ‘revolución de las sonrisas’. ¿Qué significa para ti la democracia en esta era del populismo despolitizador y de los significantes vacíos?

AD_ Está claro que los que nos situamos a la izquierda en Estados Unidos, y no sólo a la izquierda, sino también en algunos círculos conservadores, asistimos totalmente estupefactos a la creciente influencia de Donald Trump, el cual se está aprovechando la atracción que importantes sectores de las comunidades de clase trabajadora blanca sienten por este tipo de retórica política simplista, extremista y de tendencia fascista.

Esto también ocurre con la peligrosa atracción hacia personajes y partidos de extrema derecha que está habiendo en Austria, Francia, Polonia y otros lugares de Europa, crisis masiva de los refugiados —la cual pone de manifiesto el impacto que la historia de esclavitud y colonialismo de Europa sigue teniendo—, ha hecho prosperar el populismo de extrema derecha, alrededor del racismo antinegros y antiinmigrantes, y ha reactivado la islamofobia, con espectáculos que traen a la memoria racismos del pasado.

No será posible hacer frente al populismo de extrema derecha y generar un diálogo sobre futuros democráticos –enfoques sustantivos y transformadores que desplacen el foco político de la representación neoliberal del individuo hacia las necesidades y aspiraciones de las comunidades–, si no somos capaces de construir movimientos potentes contra el racismo y la xenofobia en el mundo.
Parece que, cuanto más nos acercamos a lo que originariamente habíamos imaginado como ‘libertad’, más nos damos cuenta de que se trata de algo mucho más complicado, de algo con un alcance mucho mayor.