La alegría de los hinchas de River se vivió en el centro de General Madariaga. Con banderazos, bocinazos, cantitos y fuegos artificiales, los fanáticos del millonario hicieron sentir su felicidad por la gran victoria del equipo de Marcelo Gallardo ante Boca por 3 a 1 por la Copa Libertadores de América con goles de Dario Benedetto, Lucas Pratto, Juanfer Quintero y Gonzalo »el Pity» Martinez.
Un partido para la historia que se vivió casi como una final de mundial se jugo en Madrid, España, a miles de kilómetros de la Argentina, con publico madrilense, local y visitante en el estadio Santiago Bernabeu. A causa del fallido operativo de seguridad que provoco disturbios y jugadores de Boca heridos por piedrazos que recibió el micro que los llevaría al Monumental.
En el primer tiempo, con una oportunidad desperdiciada donde River parecía tener la ventaja, Dario Benedetto aprovecha y abre el marcador a los 43 minutos acompañado por una burla hacia los jugadores de River.
El segundo tiempo tuvo mas batallas entre los dos equipos, un River mas desafiante buscaba asegurar el empate, lo logra a manos de Lucas Pratto quien define a los 67 minutos de juego, aumentando la tensión sumando otros agonizantes 30 minutos de alargue.
Ya en el suplementario las cosas se complican para el conjunto de Guillermo Barros Schelotto, Wilmar Barrios es expulsado por doble amarilla, quedando Boca con 10 jugadores y Gago sufriendo una lesión en el tendón de aquiles en el momento mas importante.
En los 109 minutos Mayada le da un pase a Juanfer Quintero quien logra el 2 a 1, sumando mas peligro para los xeneizes. Ya con un Boca desgastado física y animicamente, el arquero Esteban Andrada sale de su posición jugando como un delantero mas, apostando todo al ultimo momento, dejando el arco expuesto, oportunidad que el Pity Martinez aprovecha a los 120 minutos para cerrar el partido 3 a 1.
Cientos de fanáticos de River salieron a festejar con amigos en las calles de Gral. Madariaga por el gran triunfo que supone ganarle una final a su eterno rival. Un hecho histórico que tenemos que debe vivirse como un juego y dejar atrás la violencia.
