Por Santiago Escobar (*)


El Banco Central anunció hoy la suba de la tasa del 60% como respuesta a uno de los peores días de la economía de la República Argentina que se recuerde en años. Con esta elevada tasa, el Banco Central busca enfrentar el impacto sobre la inflación que trae aparejada la escalada del dolar y la depreciación monetaria del peso. 

De esta manera los créditos personales y las tarjetas de créditos, podrían alcanzar hasta un 140% del valor de la tasa, informaron esta mañana desde el matutino Ambito Financiero.

Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, resaltó al portal nacional que «el impacto de la suba es general porque se encarece toda la economía. En simultáneo, la disparada del dólar presiona al alza los costos de producción«.

En el caso de Madariaga, y tomando como referencia los salarios municipales (como mayor empleador de la ciudad), el porcentual acordado del 24% de aumento, ya quedó muy atrás a 4 meses de fin de año, cuando por ejemplo desde Clarín el 26 de agosto, analizaban un cierre de la inflación del mes del 4%, con un estimado de 33% de inflación acumulada. La mayor suba se registró en alimentos y servicios, precisamente lo que más consume el asalariado de Madariaga y la región.

Con lo sucedido en estos últimos 2 días, habrá que esperar para estimar el real impacto en el bolsillo a la hora de pagar las tarifas, ir al supermercado, o bien cargar combustible.

Por parte de los créditos personales, dependiendo el banco, la tasa podría oscilar entre un 120 y 140%, es decir, por cada 1.000 en préstamo, se devuelven más del doble como mínimo al año. Sólo hay que imaginar el impacto en la compra de electrodomésticos, con los más «accesibles» créditos y «a sola firma».

Si en Madariaga o la región, alguien tomó un crédito hipotecario denominado UVA, está más que complicado, ya que al estar atado a la inflación, por cada $100.000 hoy le debe al banco $175.000.

Para el caso de tarjetas de créditos, pagar el «mínimo» se convierte en un suicidio, ya que la sola tasa al 120% hace crecer estrepitosamente las compras hechas en cuotas, y obviamente los intereses sobre el próximo resumen.

En cuanto a los plazos fijos, si bien se podría estar tentado a raíz de la tasa anual, lo cierto es que a raíz de la desconfianza generalizada en el Gobierno de Mauricio Macri, hace impredecible estimar un valor anual final de la inflación. Por ejemplo, con el valor del 60% establecido hoy, la tasa real positiva (informa Ambito Financiero) sería menos del 5%, frente al 18% que ya ganó en valor el dolar.

Todo esto a costillas de la pérdida del valor del peso nuestro. El lunes ni bien comience el mes de septiembre, sólo se tendrá que recorrer las góndolas, averiguar el precio de la licuadora, fijarse cuánto costará el repuesto del auto, y hasta donde se podrá llegar con $500 de litros de nafta. Claro, esperando las facturas de gas, luz y agua del mes primaveral.

Ya lo sé, entre «invierno» y «primavera» usted recuerda lo mismo que yo.

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