Según testigos, el hombre, que caminaba con auriculares, llegó al lugar donde fue ultimado y estuvo hablando visiblemente nervioso por teléfono. En un momento una moto de baja cilindrada llegó al lugar, con sus ocupantes con las caras tapadas por cascos; el acompañante bajó y le asestó siete tiros con una pistola calibre 9mm, todos apuntados a las piernas. Los agresores huyeron rápidamente del lugar, y la víctima caminó algunos pasos y cayó desplomada. A pesar de que los disparos fueron todos a los miembros inferiores, uno de ellos le afectó la arteria femoral, provocando una rápida pérdida de sangre.