
Fue así cómo se conocieron los que serían los socios fundadores. Matías, un ingeniero industrial con trayectoria comercial en multinacionales como Danone y Quickfood, y experiencia como consultor en Femsa Coca Cola. Y Marcelo, ingeniero en sistemas, MBA del IAE Business School y emprendedor serial desde los 24 años.
El encuentro entre ambos no sólo definió un ganador del desafío Rubik, sino que abrió un camino impensado. Corría septiembre de 2009, el iPhone 3G recién había llegado al país y apenas el 3% de la población tenía un smartphone.
Sin embargo, ellos vieron lo que muchos todavía no habían descubierto: allí existía un futuro digital a punto de desplegarse. “Este dispositivo es el futuro. Es llevar una computadora en el bolsillo. Tenemos que hacer una empresa para esto”, razonó Matías en ese momento.
La chispa creativa que se generó en el encuentro de los emprendedores que fundaron The App Master no fue pura casualidad. Tenía basamento en las inquietudes personales de cada uno de sus protagonistas.
Matías, además de haber egresado de la UCA con el título de Ingeniero Industrial y trabajar en el área comercial de varias multinacionales, es cantante y maratonista. Integró hasta hace poco tiempo la banda a capella Vox Pop, que realiza alrededor de 100 shows al año.
Además se levanta todos los días a las 5 de la mañana para entrenar. “Ya corrí 5 maratones. Vengo de correr la de Berlín y en marzo del año que viene voy a correr la de Roma”, comentó durante el diálogo de ambos con Ámbito.
Vivió en Barcelona, donde quedó filmado en un bar cantando una canción de The Police mientras resolvía un cubo Rubik con los ojos vendados.
Por su parte, Marcelo se considera un emprendedor serial que a su título de ingeniero de sistemas sumó un MBA para poder tener una visión más integral de los negocios en el mundo de la tecnología.
Pero además heredó de su padre, piloto privado, la pasión por la aeronáutica. “Siempre tuve mucho miedo a volar. Pero hace 10 años lo superé. Y si bien no me dediqué a ser piloto privado, voy todo el tiempo a simuladores y disfruto la experiencia de volar. Si volviera a nacer es la carrera que eligiría”, reveló en la misma charla con este medio.
También se interesó por descifrar el cubo Rubik, como uno de sus pasatiempos. Y eso lo llevó a cruzarse con Matías, y aunque perdió el desafío y tuvo que protagonizar “una situación ridícula” en la esquina de Santa Fe y Julián Alvarez, ganó un socio para el que hasta ahora es el mayor emprendimiento de su vida.
Los primeros pasos del proceso de la startup a la factoría
Los inicios de la compañía fueron tan apasionados como experimentales. Su primera gran apuesta fue una aplicación para los Premios Oscar, titulada Meet the Oscars, más tarde, por razones de derechos el nombre cambió a Meet the Awards. Es una especie de Prode de premios a las películas, que todavía hoy aparece primera en las búsquedas relacionadas con la convocatoria anual de la Academia.
Luego llegó una app para el Mundial de Sudáfrica 2010, que también tuvo que cambiar el nombre original por razones de copyright. Al principio fue muy básica, con sus propios dueños mirando todos los partidos y enviando las notificaciones push de cada gol. Pero fue un éxito y además de automatizarse cuenta con notificaciones en cuatro idiomas y logró posicionarse entre las cinco más descargadas de su tipo.
Estos éxitos tempranos les abrieron la puerta a colaboraciones con agencias internacionales como Ogilvy y Young & Rubicam, y a la creación de desarrollos pioneros como Soltero Finder para Zonacitas, distinguido en Cannes como uno de los 100 mejores proyectos digitales del año.
La aplicación permitía, por ejemplo, enfocar la puerta de entrada de un salón bailable y recibir información en tiempo real sobre cuántos solteros y solteras usuarios de la app estaban allí en ese momento.
The App Master también se convirtió en la primera empresa argentina en diseñar aplicaciones para programas de televisión, marcando así un antes y un después en la industria local. Gran Hermano y Todo o Nada fueron sus dos experiencias de éxito en ese medio.
Entre sus unidades de negocio más prometedoras se destaca actualmente Venttu, una plataforma SaaS diseñada para digitalizar la gestión comercial de distribuidores y mayoristas. Pero más que una herramienta, Venttu es un ecosistema, según definen sus creadores.
Además de facilitar la toma de pedidos, ofrece funcionalidades inteligentes como optimización de rutas, incluso para logística de reparto, portales B2B de e-commerce, soporte para pedidos telefónicos y conexiones integradas con más de 16 sistemas ERP del mercado, entre ellos SAP Business One, NetSuite, Microsoft Dynamics y Tango Gestión.
Con este producto, la compañía busca no solo ampliar su facturación, sino también liderar la transformación digital de la cadena de distribución que conocen de primera mano gracias a la experiencia de Matías durante su paso por Danone y Femsa.
La etapa del crecimiento y la internacionalización
Hasta 2019, The App Master funcionaba como un taller artesanal de ideas: 15 personas, múltiples roles, y una energía incansable. Pero un dato cambió todo. Un análisis interno reveló que el 93% de los proyectos provenían de clientes ya existentes. Era hora de redefinir el rumbo.
Inspirados por experiencias en eventos como Endeavor y conversaciones con referentes del ecosistema emprendedor, los socios decidieron apostar por la escalabilidad. Se asociaron con consultoras, reorganizaron la estructura y se concentraron en productos que pudieran crecer más allá de un cliente puntual. El resultado fue contundente: durante tres años consecutivos, la facturación se triplicó año a año.
Cuando la pandemia aceleró la digitalización global, The App Master ya estaba lista para acompañar a las empresas en esa transición. Hoy, la compañía proyecta facturar alrededor de u$s2 millones anuales, consolidándose como un jugador de peso en el desarrollo de software a medida.
Para sus fundadores, el secreto del éxito radica en una combinación de pilares que no negocian: calidad, seguridad, transparencia e innovación. La empresa cuenta con las certificaciones internacionales ISO 9001:2015 e ISO 27001, que garantizan la excelencia en los procesos y la protección de los datos.
A lo largo de su historia, ha desarrollado más de 300 proyectos personalizados para 25 industrias diferentes, y a más de 70 startups, a las que acompaña desde el diseño inicial hasta la expansión internacional, asesorándolas en todo el proceso de crecimiento.
Hoy, uno de los sellos de identidad de The App Master es la integración de la inteligencia artificial en sus procesos internos. «Somos pioneros en el uso de herramientas que permiten estimar proyectos en minutos y crear demos funcionales en tiempo récord, reduciendo costos y acelerando decisiones», aseguran los fundadores.
Hoy, The App Master cuenta con más de 50 colaboradores directos e indirectos distribuidos que trabajan en forma remota desde Argentina, Colombia, Panamá y Nicaragua, y una cartera de clientes en Chile, Uruguay, México y Estados Unidos. En el horizonte, la empresa proyecta expandirse hacia España y Reino Unido, reforzando su presencia global.
Respecto de su lema, “Inspiring Innovation”, los fundadores aseguran que no es una frase de marketing sino una filosofía de trabajo. En un contexto de cambio constante, marcado por la irrupción de la IA y la automatización, los creadores de The App Master aseguran que invierten activamente en la capacitación de su equipo para garantizar que cada persona esté preparada para el futuro digital. «La actualización es constante, semana a semana», completa Marcelo.
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