El excanciller Felipe Solá habló este jueves por primera vez desde su salida del Gobierno el 17 de septiembre pasado y confirmó lo que había dejado trascender desde su entorno al afirmar que “la forma en la que me enteré de mi salida no me pareció la apropiada”, al tiempo que reveló: “A veces me costaba hablar con el Presidente”.
En diálogo por CNN, el exfuncionario contó que fue el propio Santiago Cafiero -quien lo reemplazó en el cargo-, el que lo llamó para comunicarle la noticia cuando se encontraba de viaje en la ciudad de México para participar de una cumbre de la Celac, a la que finalmente no asistió.
Al ser consultado sobre si se sintió “defraudado o herido” por haberse enterado de la determinación de Fernández de ese modo y en pleno viaje a una misión diplomática, el exfuncionario apuntó: “Sí. La forma en la que recibí la noticia, que fue por un llamado de Cafiero, no me pareció la apropiada y se lo hice saber al Presidente”.
Respecto a los cambios de Gabinete, evaluó: “Hubo una crisis política que todos conocemos que se desató la semana siguiente a las elecciones y hubo decisiones con cambios de Gabinete, la más importante la del jefe de Gabinete con la llegada de Juan Manzur y a último momento se decidió que Cafiero no quedara afuera del Gabinete y esa fue la razón que aparentemente motivó que me pidieran la renuncia. Yo pensé que no iba a ocurrir con la Cancillería porque la Cancillería funcionaba muy bien, no lo imaginé”, dijo Solá en una entrevista con CNN.
Consultado sobre si habló con Alberto Fernández tras el episodio, respondió: “No pude hablar. Uno habla con el Presidente cuando lo llaman. No me llamó, no”.
“Me contestó por un Whatsapp porque yo le pedía que no lo anunciara así yo no quedaba desapoderado en México, pero la necesidad de anunciar el Gabinete era muy grande y me contestó explicándome que los tiempos eran distintos”, dijo sobre su última comunicación con Fernández.
Además, el ahora exfuncionario dio detalles del momento en el que llegó a México y de la reacción de los representantes diplomáticos de los otros países: “Llegué muy tarde (a México) porque íbamos en un avión de la Fuerza Aérea, me esperó el canciller mexicano (Marcelo Ebrard) y tuve una reunión con él. Los cancilleres estaban sorprendidos pero en general tuve relación con todos y recibí mucho afecto y apoyo. Después de la asamblea me llamaron al hotel o vinieron al hotel”, detalló.
También se refirió Solá al desempeño de su reemplazante, Santiago Cafiero, y destacó que los problemas que puedan surgir por su “inexperiencia” podrá solucionarlos por la “cercanía” que tiene con el Presidente.
“No tengo todavía una perspectiva de cómo será su cancillería, pero lo que tenga de inexperiencia lo puede solucionar con la cercanía que tiene con el Presidente, esa cercanía es muy importante para un canciller. En la política exterior se toman decisiones que impactan en todos los argentinos y hay que tener mucho cuidado y se debe ser muy coherente con lo que piensa el Presidente”, remarcó Solá.
Al ser consultado sobre si él había podido tener una relación cercana con Fernández, reconoció que era “menor a la de Cafiero” y que “a veces” le costaba hablar con el mandatario. “Hubo temas como la pandemia que hacían ver a algunas cuestiones de política exterior como secundarias”, precisó.
Consultado sobre su relación con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, reconoció que “no era frecuente” que hablen entre sí. Sin embargo, aseguró que recibió “algunas señales de apoyo no oficiales” de la vicepresidenta.
Solá también se refirió a la carta que publicó Cristina Kirchner contra Alberto Fernández, y sobre las próximas elecciones de noviembre. “La carta sirvió porque al día siguiente las cosas empezaron a solucionarse”. Y añadió: “Hay una chance de repuntar, van a ajustar un poco mejor, algunos estaban distraídos. Se van a ajustar las marcas”, consideró, al tiempo que sostuvo que la misiva de la e mandataria lo “conmocionó” porque “se refería a un problema interno”, pero destacó que “no se juega por abajo, sino a la vista de la gente que los votó y eso tiene su valor”.
Por último, el excanciller afirmó que no volvería a tener un carro público y que se sentaría a tomar un café con Cristina Kirchner. “Con Alberto Fernández y Cafiero también, si me llaman”, agregó. (DIB)
Fuente y Foto: DIB