En las ciudades de Pinamar y Villa Gesell, los turistas se las ingenian para conseguir efectivo ya que más allá del paro bancario, ellos saben que en efectivo se consiguen otros precios, si es que además el propio establecimiento alega que «sólo trabajamos en efectivo».
En Gral. Madariaga la instalación de otro cajero ha quedado en sólo en una promesa, es que a la ola de calor agobiante se le suma la fila interminable al rayo del sol en Avellaneda y Sarmiento, para extraer un poco de efectivo.
Sin embargo desde los bancos han declarado en la semana que reforzarán la recarga de cajeros automáticos, una de las estrategias ensayadas durante las últimas fiestas, fue recargar las terminales de extracción con billetes de alta denominación, para hacerlos rendir más.
Al respecto, se ha explicado que un cajero estándar puede contener 8000 billetes. En tal sentido, si se lo carga con unidades de $ 100, son $800.000, pero si se lo completa con los nuevos de $ 500, la capacidad se multiplica por cinco, detallaron.
La estrategia para los días que se vienen pasaría, entonces, por llenar cada terminal con los nuevos billetes de $1.000 y $500 en una proporción alta.
En cuanto a la protesta, el Banco de la Provincia de Buenos Aires reclaman por la ley que reformó la caja jubilatoria de los trabajadores de esa entidad. En tanto que el paro nacional se enmarca en una compleja negociación salarial. En la última reunión las asociaciones de Bancos (ABA, ABE, Adeba y Abappra) le ofrecieron a la Asociación Bancaria (AB) un incremento de salarios igual a la tasa de inflación que se registre en 2018.
Desde la representación sindical rechazan la oferta de las patronales bancarias,
ya que el porcentaje propuesto está lejano, tanto de la inflación pasada, como de las previsiones futuras del mismo índice de precios, justificaron.
La propuesta implicaba un incremento de los salarios igual a la inflación que se registre en el año, adelantando desde enero un incremento del 9%, para luego ir ajustándolo conforme evolucione la inflación”.