(p/Infocielo) A horas del inicio de la temporada de verano, en Pinamar reina la incertidumbre. Las últimas dos tormentas fuertes que sacudieron a la ciudad mostraron su peor cara: calles inundadas, autos sumergidos, obras que se derrumban. En un contexto de recesión, en el que el nivel de ocupación es una verdadera incógnita, cunde la pesadumbre.
La primera señal de alerta la dio la tormenta del 20 y 21 de diciembre, que desnudó el mal planteo de las obras en las avenidas Victor Hugo y Espora, de Valeria del Mar, que costaron millones. Hubo anegamientos y las veredas cedieron por la erosión del suelo arenoso, frente a los ríos que se conformaron por las abundantes precipitaciones.
La oposición había advertido por la falta de “capacidad técnica” de la empresa ganadora de la licitación y por el alto costo de la obra, de más de 62 millones de pesos. Además, se objetó la falta de “participación ciudadana” a la hora de priorizar qué trabajos son necesarios en el espacio público pinamarense.
“Los vecinos de Valeria sentían que faltaban obras y decidimos en primer lugar comunicar el inicio de obra de este tramo, 300 metros desde Azopardo hacia el mar. A lo largo de Espora se va a hacer un rediseño del espacio público de 5.800 metros cuadrados que va a quedar revitalizado”, explicaba Yeza al iniciarse los trabajos. Las imágenes revelan cómo quedó el lugar.
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Fuente: Infocielo