El aumento sería menor a meses anteriores. Las petroleras dicen que «corren detrás de la devaluación».
Cuando sube el dólar o aumenta el barril de petróleo internacional, el precio de la nafta sube automáticamente en el mercado local. Así sucedió casi constantemente a lo largo de todo el año, incluyendo el último y fuerte ajuste del 1 de octubre, cuando hubo incrementos promedio de 9% en los surtidores. Pero este mes, sin embargo, se revirtió la tendencia: el barril de petróleo tuvo una fuerte caída a nivel internacional del 10%, mientras que el tipo de cambio perdió casi el 10% ante el impacto del fuerte aumento de las tasas de interés.
Con este panorama, la gran incógnita instalada en el mercado es si de alguna manera esta retracción de valores se reflejará en los precios de los combustibles a nivel interno. También las petroleras locales siguen con atención la evolución de ambas variables, que son las que definen el precio local.
La respuesta no es muy alentadora para los bolsillos de los consumidores. En primer lugar, la posibilidad de una rebaja en los precios está totalmente descartada. Y el escenario más probable es que las naftas vuelvan a subir, aunque bastante menos que en meses anteriores.
«Desde mayo que la venimos corriendo de atrás», fue la justificación que le dio a Infobae uno de los más altos ejecutivos de una petrolera local. Así, buscó justificar un nuevo incremento de las naftas desde el 1° de noviembre, a pesar de la fuerte reducción de los dos principales insumos que definen los valores: el crudo a nivel internacional y el tipo de cambio local. La tercera variable que ingresa en la fórmula «polinómica» para definir el precio de la nafta es el valor de los biocombustibles, ya que un 10% se corta con etanol o productos similares.