Diputadas y senadoras provinciales de distintos bloques se solidarizaron con Lilí Berardi, la periodista sampedrina que fue increpada por sindicalistas de Camioneros. «Mogólica» y «tarada», fueron algunos de los insultos propinados. La patota la acorraló, y el propio Julio Cabaleyro le arrojó gaseosas. También amenazaron con destrozarle el celular y el auto. Ahora buscan tratar el caso en la Legislatura bonaerense.