La actividad económica de la provincia de Buenos Aires (PBA) mejoró en septiembre, pero aun así acumuló una importante contracción en el tercer trimestre, según la estimación del Banco Provincia (Bapro). Las primeras proyecciones a nivel nacional van en una dirección similar, aunque con magnitudes más acotadas.
Según PulsoPBA, un indicador que elabora el Bapro a partir de tecnología de Inteligencia Artificial (IA), la economía bonaerense repuntó 1,5% el mes pasado. Sin embargo, en el período julio-septiembre cayó 1,8% respecto del período abril-junio.
“La actividad de la Provincia muestra una ralentización, en línea con el comportamiento de la producción a nivel nacional, evidenciando un pico de actividad dentro del año en abril y un crecimiento acumulado en el 2025 de 0,5%”, expresaron desde la entidad financiera de capitales públicos.
PulsoPBA fue lanzado en agosto con el objetivo de adelantarse al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), tanto nacional como provincial, que suele tener dos meses de rezago. Funciona a partir de la combinación de más de 1.200 variables diarias generadas por el banco (vinculadas a consumos, préstamos, exportaciones, pagos y otras transacciones) con datos oficiales.
PulsoPBA había estimado una fuerte caída en agosto
El procesamiento de toda esta información con IA había reflejado una fuerte caída mensual del 2% en la actividad de agosto. Si bien todavía no salieron los datos oficiales de dicho mes, las estimaciones privadas a nivel nacional no mostraron una tendencia similar; por ejemplo, la consultora Equilibra calculó un repunte del 0,5%, mientras que para Analytica la actividad superó en un tenue 0,1% a la que se había visto en julio.
Los primeros datos sectoriales del INDEC también arrojaron variaciones mensuales positivas en agosto. Para la industria y la construcción, dos de los sectores más importantes de la economía junto al comercio, el instituto arrojó subas del 0,6% y del 0,5%, respectivamente.
El economista de Equilibra, Gonzalo Carrera, sostuvo en diálogo con Ámbito la hipótesis de que lo que capta PBA es «súper compatible» con la dinámica que viene mostrando, por ejemplo, el consumo con tarjetas de crédito, pero que eso «no necesariamente es compatible con las cantidades producidas que releva el INDEC» en indicadores sectoriales como los citados anteriormente. En ese sentido, remarcó que la forma en la cual se construye el indicador bonaerense puede estar explicando la divergencia.
Analistas coinciden en que la economía no da signos de reactivación sostenible
Respecto del dato de septiembre a nivel nacional, Equilibra reflejó en su tablero de indicadores de actividad y producción sectorial una disparidad en los datos disponibles hasta el momento. Por un lado, destacaron mejoras mensuales en la producción de autos y en los patentamientos, así como en el Índice Construya. Por el contrario, cayeron los despachos de cemento y hubo un deterioro en la recaudación atada a la actividad.
Más allá del debate sobre alguna diferencia puntual en las estimaciones, casi todos los analistas coinciden en que, desde marzo, la economía argentina entró en un período de enfriamiento, que todavía no parece encontrar su fin.
«A las tensionadas jornadas en materia cambiaria y financiera, se comienzan a suceder datos rojos en la actividad económica que terminan de confirmar que la recuperación en forma de ‘V’ quedó muy atrás. A la retracción del PBI de 0,1% en el segundo trimestre, se adiciona la baja estimada para el tercero de 0,8%, entrando así en recesión técnica», señaló la Fundación Capital en un informe publicado esta semana.
La entidad, dirigida por el ex presidente del Banco Central (BCRA), Martín Redrado, remarcó que, pese a la suba de septiembre, la producción de autos concluyó el tercer trimestre con una baja del 20%. En la misma línea, subrayó la caída que tuvo el mes pasado la confianza del consumidor que releva la Universidad Di Tella y retrocesos mensuales en los préstamos personales y el financiamiento con tarjetas de crédito.
«Esto es particularmente importante, en tanto fue uno de los principales motores de la recuperación del 2024», profundizó la Fundación respecto de la dinámica del crédito.
De cara al último trimestre del año, la Fundación dijo que el devenir de la actividad económica «dependerá de distintos factores, como el resultado de las elecciones, las condiciones de gobernabilidad y la efectiva implementación del apoyo del Tesoro de Estados Unidos».
«Más allá del resultado del último trimestre del año, el 2025 finalizaría con un crecimiento de entre 3,1% y 3,7% anual, con un claro menor dinamismo desde el mes de marzo. el crecimiento se explica casi en su totalidad por el arrastre estadístico heredado de 2024 (3,2 puntos) y por el desempeño del primer bimestre del año (0,4 puntos)», pronosticó el informe.
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