Aaron Prado es un vecino de 22 años que viajó al Mundial con su padre y un amigo y vivió una situación insólita. Un hombre lo interceptó en la calle para participar de un juego televisivo y ganó 3 mil qataríes.
Aaron Prado es un vecino de 22 años que viajó al Mundial con su padre y un amigo y vivió una situación insólita. Un hombre lo interceptó en la calle para participar de un juego televisivo y ganó 3 mil qataríes.