El hombre había solicitado una indemnización por daño emocional y malestar estomacal de 800 mil pesos.
Además, señaló que tras la queja presentada a la empresa, esta pretendió excusarse enviando una caja de galletitas por correo.
Si bien el actor reclamaba 800 mil pesos mil pesos de indemnización, la primera instancia había ordenado reparar un leve daño moral que estimó en mil pesos.
Sin embargo, la Cámara consideró que no podía sostenerse que el episodio haya causado un daño cierto y resarcible al hombre, y que tampoco se había acreditado que la empresa obtuviera un beneficio con su obrar, por lo que dejó sin efecto la sentencia anterior y rechazó la demanda.