El Sanatorio Otamendi y Miroli aseguró hoy a través de un comunicado que el paciente con coronavirus tratado en ese centro con dióxido de cloro por orden judicial y que luego falleció “no presentó ninguna mejora clínica en las horas subsiguientes”.
La institución médica expresó su posición ante el deceso de Jorge García Rúa, de 92 años, a quien se le suministró la sustancia no autorizada en el país como medicamento debido a una medida cautelar dictada por el juez federal Javier Pico Terrero.
“La decisión judicial consignaba que dichas aplicaciones debían ser realizadas por el médico prescriptor, quien no forma parte de los equipos médicos de nuestra institución, y bajo su exclusiva responsabilidad. Por la misma decisión, la provisión de los mencionados compuestos quedó a cargo de la familia del paciente, toda vez que la comercialización de los mencionados productos no se encuentra autorizada para uso medicinal”, indicó el centro de salud en un comunicado.
Ante la orden judicial, el sanatorio la “acató inmediatamente sin perjuicio de haber interpuesto los recursos legales correspondientes por tratarse de compuestos cuya utilización en pacientes covid positivos fue enfáticamente desaconsejada por la Organización Panamericana de la Salud, la ANMAT, la Sociedad Argentina de Infectología, y tantas otras instituciones y asociaciones científicas a nivel local e internacional”, indicó.
“La administración de los compuestos mencionados fue llevada a cabo únicamente por el médico tratante, cuya especialidad no está relacionada con la materia. Tal cual se consigna en todos los seguimientos realizados, el paciente no presentó ninguna mejora clínica en las horas subsiguientes. Su estado general se agravó en la mañana del día 11 de enero, procediéndose a su traslado al área de terapia intensiva, donde falleció horas más tarde”, expresó el el texto.
La dirección médica del centro de salud agradeció “las incontables muestras de apoyo de sociedades médicas y científicas, como también las de distintas agrupaciones médicas frente a dichos que atentan maliciosamente contra el buen nombre y el prestigio académico acreditados a lo largo de más de 90 años”. (DIB) ACR
Fuente y Foto: DIB