El paracaidismo en Lobos. (Foto Luciano Bacque)

La provincia de Buenos Aires esconde hermosos lugares para disfrutar de actividades al aire libre. En ese sentido, hay varios sitios que los apasionados de las aventuras pueden visitar en una escapada de fin de semana.

Kayak en el Tigre

Para quienes disfrutan de las actividades acuáticas, el Delta de Tigre ofrece un sinfín de posibilidades. Entre las opciones disponibles se destacan los paseos en kayaks a través de una geografía única. Una de las escuelas más destacadas es Patricio Redman Kayak, que ofrece diferentes servicios: desde cursos básicos en intermedio hasta paseos grupales. Incluso se puede contratar una travesía nocturna para disfrutar de la luz de la luna.

“Desde hace muchos años recorremos el delta en embarcaciones a remo, por lo que conocemos los más interesantes recorridos de exploración. Cada travesía tiene la finalidad de llegar a los grandes ríos y visitar las zonas menos pobladas, así como también conocer el corazón del Delta, alejados del turismo convencional”, explican en su página web.

Los recorridos duran cuatro horas y se realizan todo el año. Hay dos turnos: de 10 a 14 y de 14 a 18. “Se recorren ríos muy pintorescos como el Fulminante, Gambado, Río Sarmiento, arroyo Abra vieja y Canal Rompani”, destacan. Durante el camino, se pueden observar todo tipo de aves y mucha naturaleza.

Paracaidismo en Lobos

Para los apasionados de las aventuras aéreas, hay una actividad aún más extrema que el parapente: el paracaidismo. Una de las opciones más populares y cercanas a la Capital Federal para vivir esta experiencia es en Lobos, conocido como la Capital Nacional del Paracaidismo. A menos de dos horas en auto de la Ciudad de Buenos Aires, esta ciudad cabecera del partido homónimo brinda varias opciones para saltar al vacío desde las alturas.

Una de las tantas empresas que ofrece este servicio es Sky Dive Lobos, con más de 50 años de experiencia. No solo se ofrecen saltos de bautismo, sino también cursos para quienes quieran aprender a lanzarse sin instructor. En específico, este sitio se encuentra en el kilómetro 106 de la Ruta 205.

Todo comienza con vuelo en avioneta. Una vez que se alcanza la altura indicada, hay que saltar para comenzar el descenso. Según explican en sus redes sociales, pasan entre seis y ocho minutos hasta aterrizar. Además, brindan la opción de filmar el momento para que cada persona se lleve el recuerdo. (DIB)

Fuente y Foto: DIB