Los diputados nacionales del Frente de Todos, Fernanda Vallejos y Hugo Yasky, volvieron a defender en las últimas horas el debate en torno a la reducción de la jornada laboral, que vienen planteando desde un sector del oficialismo, y consideraron que la semana de cuatro días o menores horas dedicadas al empleo en el país ayudaría a formalizar mayor cantidad de fuentes de trabajo, crear nuevos, aumentar la productividad y mejorar la calidad de vida.
“¿Qué es lo que nos está impidiendo avanzar en este sentido? En un sentido muchísimo más humano, pero además muchísimo más sustentable que no ponga en riesgo los equilibrios ecosistémicos de nuestro planeta, que no ponga en riesgo nuestra salud física y mental y que no ponga en riesgo nuestra plenitud psíquica y espiritual”, sostuvo la diputada en un comunicado.
Y en ese sentido, se preguntó: “¿Cómo puede ser que a esta altura de los avances técnicos y tecnológicos que ha acumulado nuestra sociedad, tengamos estos niveles cada vez más altos de desocupación?”.
“Es un debate que se empieza a instalar porque la realidad de la pandemia nos plantea la necesidad de pensar en alternativas que signifiquen menos horas de trabajo”, afirmó por su parte Yasky en diálogo con El Destape.
Vallejos y Yasky, ambos del Grupo 25 de Mayo, son dos de los principales impulsores del debate que poco a poco intenta abrirse camino en Argentina en pos de la reducción de la jornada laboral, en el marco de las experiencias en otros países en ese sentido. Incluso, el secretario general de la CTA presentó en septiembre de 2020 un proyecto de ley para reducir la jornada laboral de 48 horas a 40 semanales.
Como viene informando DIB, el senador nacional del Frente de Todos, Mariano Recalde y la ministra de Trabajo del gobierno de Axel Kicillof, Mara Ruiz Malec, también animaron el debate para la reducción del tiempo de trabajo.
“¿Cómo puede ser que vivamos vidas tan inhóspitas, donde los hombres y las mujeres que tienen la suerte de tener un trabajo, de pronto trabajen, en el mejor de los casos 8, 10, 12 y hasta 14 horas?”, prosiguió la legisladora, quien advirtió que esto implica “jornadas laborales interminables por sueldos miserables o al menos insuficientes para calzar la felicidad a la que todo hombre y mujer a esta altura de la humanidad debería tener derecho a aspirar”.
Los planteos responden a que la duración del trabajo en Argentina es una de las más altas en el continente. Según la Ley 11.544, el trabajo “no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas”.
Vallejos retomó el tema como uno de los desafíos de la economía que viene y abogó por “distribuir las horas de trabajo necesarias para sostener la producción que requiere nuestra sociedad, sustentar la reproducción biológica y material y satisfacer las necesidades que como comunidad tenemos entre los millones de desocupados”.
Las experiencias internacionales
Argentina mira a otros países que han avanzado en la reducción de la semana o las horas diarias dedicadas al trabajo. Por caso, el gobierno español lanzó a principios de año una prueba piloto para establecer la semana laboral de cuatro días y destinar 50 millones de euros a empresas en su adaptación a este nuevo modelo. La iniciativa provino del diputado y dirigente de Más País, Íñigo Errejón, con quien Vallejos ha mantenido un sostenido intercambio de miradas sobre la temática.
Por otro lado, en Islandia dos ensayos realizados entre 2015 y 2019 comprobaron que llevar a 35 y 36 horas semanales la jornada laboral, sin reducción de sueldo, mantuvo o mejoró la productividad al igual que la salud.
En la región, Colombia avanza en la reducción de la jornada laboral actual de 48 horas semanales, a 42. La iniciativa plantea que la reducción sea gradual, es decir, cada año se bajarán 2 horas de la jornada actual, desde 2023 y hasta 2026, hasta llegar a las 42 que prevé la ley. En tanto, en Chile a fines de junio la Cámara de Diputadas y Diputados declaró admisible el proyecto de ley que busca reducir la jornada laboral a cuatro días y extender los días de descanso a tres.
Yasky explicó que una jornada semanal de cuatro días o menos horas por mes “requeriría acuerdos regionales, porque si no empezaríamos con la presión de los sectores que plantean la movilidad del capital y la búsqueda de las empresas de radicarse en otros países. En un momento era parte de la agenda pero después llegaron los cambios políticos hacia la derecha”.
Por último, Vallejos afirmó que “estamos en perfectas condiciones para plantearnos un modo diferente de funcionamiento, porque hemos logrado, a lo largo de los años, construir las capacidades técnicas para poder hacerlo”. (DIB)
Fuente y Foto: DIB