
El Gobierno de Javier Milei, cualquiera sea el resultado electoral, se comprometió a ejecutar la anunciada reforma laboral, cuya mayor novedad es la creación de un sistema de “ salarios dinámicos ” para que se guíen por la productividad de cada trabajador, en lugar de la referencia de inflación que prevalece en los convenios colectivos.
En la misma consideración se equipara el tratamiento de los autónomos (precarizados) con el de los empleados registrados.
El sistema preevería que los incrementos salariales estén atados al rendimiento de las empresas.
En sentido opuesto, ATE bonaerense envió una nota Ministerio de Trabajo bonaerense para que reabra la discusión de la mesa de negociación colectiva de la administración pública, con el objetivo de actualizar haberes y continuar el trabajo por el avance en las condiciones de trabajo.
El secretario general, Claudio Arévalo, justificó que “mes a mes vemos cómo la inflación impacta sobre nuestros bolsillos, padecemos el aumento de los servicios, de los alimentos, de la movilidad, todo ello sumado a otras políticas de ajuste estructurales, donde el salario de la clase trabajadora también es variable de ese ajuste».
Precisó: «El Gobierno de Javier Milei y su Ministerio de trabajo, presiona sobre los acuerdos paritarios frente a la inflación, ajusta a los trabajadores y a todo el pueblo argentino”.
El contexto evaluado por el INDEC muestra un indicador de confianza para la industria manufacturera situado en -23,2% en septiembre de 2025 y el correspondiente a supermercados y autoservicios mayoristas también negativo, pero en -3,9%, lo cual entrañaría una velada amenaza de que los telegramas de despido podrían merodear la mesa de cualquier negociación paritaria en los próximos meses.
El secretario de Trabajo, Julio Cordero, había explicado que el objetivo es modernizar los convenios colectivos, “adecuándolos a la realidad de cada empresa y región”, y establecer “salarios que premien el desempeño y la productividad”.
Y asimismo que los convenios “deberían tener una exigencia mínima basada en la empresa más desfavorecida en la zona más desfavorecida del país”.
Significa que podría ser reducidos los pisos convencionales y que se permita al empleador ajustar los sueldos en función de sus resultados.
Flexibilización
Un empresario que cenó con el Presidente en Olivos afirmó haberle escuchado hablar de una flexibilización laboral que implicaría jornadas de trabajo que podrían estirarse hasta 13 horas y las excedentes serían pasibles de ser compensadas dentro de determinados períodos, a fin de no devengar horas extras.
El propósito, acordado con el FMI y el Tesoro de EEUU, es que se aplique una reforma laboral que reduzca los costos y fomente el empleo formal, separando al trabajo de ser remunerado por inflación para atarlo al rendimiento.
El análisis que realizó Infogremiales es que la iniciativa “nivela hacia abajo los derechos y salarios de millones de trabajadores”, convirtiendo los actuales pisos convencionales en techos de negociación individual.
En tal sentido, recuerda que la experiencia con los sistemas de pago por rendimiento indica que fueron utilizados para disciplinar y sobreexigir a los trabajadores más que para incentivar la productividad.
Poder adquisitivo
La advertencia sindical es que la desvinculación del salario de la inflación devendría en una institucionalización de la pérdida del poder adquisitivo en un contexto de precios crecientes.
Implica que “el riesgo económico se trasladaría del empleador al empleado”, puntualizaron.
La consultora Equilibra caracterizó al ingreso real y el empleo formal de los más de 14,5 millones de trabajadores registrados como inmersos en un ciclo que pasó de una fuerte caída, a una recuperación parcial y posterior estancamiento.
En números, transcurridos los primeros dos años de la gestión Milei, el poder adquisitivo de los ingresos formales sufrió una contracción inicial del 19% respecto del promedio de enero a septiembre de 2023.
Las principales variables del mercado de trabajo de la provincia de Buenos Aires publicadas por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) corroboran que hubo un marcado retroceso en los indicadores clave del empleo formal, con caídas significativas tanto en la cantidad de empleadores como en el volumen de puestos de trabajo registrados. . (DIB)
Fuente y Foto: DIB

 
			